Normas internacionales, un diferenciador al alcance de las empresas
En un entorno cada vez más cambiante e incierto, las organizaciones tienen que esforzarse más, no solamente para permanecer en el mercado, sino también para diferenciarse de sus competidores.; una forma de lograrlo es certificando sus operaciones por medio de normas internacionales, comenta Pietro Foschi, Group Assurance Director en BSI.
“Es algo que pueden hacer empresas de todos los sectores, sin importar su tamaño, y que, con el paso del tiempo ha ido tomando más relevancia. De hecho, en muchos casos es un requisito para tener acceso a otros mercados. En México estamos cumpliendo 20 años de operaciones ininterrumpidas, contribuyendo para generar confianza en la economía del país y en muchas de sus industrias”, agrega el directivo de la empresa líder en normas comerciales a nivel global.
Asimismo, Foschi agrega que otra de las ventajas de certificarse bajo normas internacionales es que las empresas ganan confianza ante todos sus stakeholders o grupos de interés, internos y externos. Lo anterior debido a que sus operaciones y procesos han sido auditados y certificados bajos las mejores prácticas globales, en áreas como calidad, seguridad, confianza digital y sostenibilidad, por citar algunas.
“En ese sentido, cabe señalar que dos de las normas que más interés han despertado en años recientes tienen que ver con Confianza Digital, que abarca la Ciberseguridad, y Sustentabilidad. Son temas cruciales para cualquier empresa y seguirán aumentando su relevancia con el paso del tiempo”, asevera Pietro Foschi.
La importancia de la innovación continua
Por su parte, Ahmad Al-Khatib, Assurance Business Development Director en BSI, comenta que si bien muchas empresas dicen ser innovadoras, en la práctica no necesariamente lo son.
Sin embargo, considera que la innovación es una parte tan integral de la capacidad de cualquier organización para adaptarse y evolucionar con el tiempo. En el mundo actual, particularmente en los últimos dos o tres años, las organizaciones se vieron forzadas a evolucionar y a redefinirse a sí mismas. Muchas lo lograron; otras no.
“No hay duda de que trabajar en la innovación es una necesidad para las organizaciones. Y una forma de evolucionar, de destapar su potencial, de mantenerse vigentes y de anticiparse a posibles escenarios de contingencia, es certificándose en normas internacionales. Es una forma de innovar y de incorporar las mejores prácticas a sus operaciones, fomentando el crecimiento y la creación de valor”, comenta el directivo de BSI.
Al-Khatib indica que, desde su perspectiva, tres aspectos limitan la innovación en las empresas. Primero que nada, no adoptan por completo la innovación. Es decir, no se convierte en una parte integral de su ADN. Además, no siempre entienden que la innovación requiere de una mentalidad de trabajo en equipo. Por ello, destaca, las organizaciones más innovadoras y exitosas funcionan de una manera muy integrada, aprovechando las capacidades de todos sus colaboradores.
“Finalmente, uno de los desafíos de las organizaciones es cómo pasar de las ideas o propuestas a la implementación. Les cuesta trabajo escalar las cosas a soluciones reales”, puntualiza.
Para concluir, Pietro Foschi y Ahmad Al-Khatib reiteran que, a través de una certificación internacional, las organizaciones se vuelven más competitivas y se fortalecen hacia el futuro, toda vez que contribuye a resolver las problemáticas más importantes en la industria.
“Contamos con un siglo de experiencia llevando a las empresas a otro nivel. Nuestras normas se basan en un riguroso enfoque de colaboración ante diferentes desafíos. Participan industria, organismos gubernamentales, asociaciones comerciales, expertos y consumidores con el objetivo de lograr la excelencia. Convocamos a todo el ecosistema de stakeholders y es lo que nos distingue”, puntualizan.
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