Adquirir transporte propio o recurrir a compañías de logística
Hay muy buenas noticias para las armadoras y distribuidores de camiones de carga en México y es que durante julio se vendieron 4 mil 334 vehículos pesados al menudeo, 42.8% más que lo registrado para el mismo mes de 2022, además de ser la variación más grande para un séptimo mes desde hace cinco años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística.
En la misma línea, la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), dio a conocer que de enero a agosto de este año se comercializaron 35 mil 553 unidades en el país, una cifra que representa un aumento del 38.4%. De este total, 30 mil 82 unidades fueron camiones de carga y tractocamiones, lo que significó un aumento del 33.1% si se compara con los 22 mil 607 de los mismos meses del año pasado.
Ante este crecimiento en la producción y venta de unidades de carga, las empresas que requieren mover sus productos se harán el planteamiento si deben adquirir vehículos propios o si deben tercerizar el servicio de transporte. De acuerdo con el estudio, impulsado por el Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog), para las pymes, el costo logístico promedio de sus operaciones representa un 28.0% de sus ventas, comparado con el 9.7% en las empresas grandes. Aidé Ponce, Gerente Regional Zona Norte de ELAM-FAW, empresa mexicana dedicada al ensamble y distribución de vehículos pesados, puntualiza las ventajas y desventajas, para que los empresarios puedan tomar la decisión correcta entre estas dos opciones:
Flota propia: control y personalización
Ventajas:
Control directo: una flota propia otorga a la empresa un control total sobre sus operaciones logísticas. Desde el mantenimiento de vehículos hasta la selección de rutas, la empresa puede adaptar cada aspecto según sus necesidades específicas.
Flexibilidad: la capacidad de adaptarse rápidamente a cambios en la demanda o en la naturaleza de la carga es una ventaja crucial. Una flota propia permite ajustes ágiles en términos de horarios, rutas y capacidad de carga.
Imagen de marca: el uso de vehículos identificados con la marca puede fortalecer la presencia y la visibilidad de la empresa. Esto puede ser especialmente relevante en sectores donde la imagen de marca es un diferenciador clave.
Arrendamiento: no es necesario comprar un vehículo, existe la opción de arrendarlo. La inversión es un 30% menor en comparación con la compra. El costo financiero es 17% menor en comparación con la adquisición por crédito, además otorga beneficios fiscales ya que permite deducir las rentas mensuales y así reducir la carga fiscal. Y también siempre se podrá tener camiones recientes sin descapitalizarse. Incluso varios distribuidores tienen el contacto directo para realizar este tipo de operaciones y así los usuarios finales no tengan que perder tiempo en hacer estos trámites.
Desventajas:
Costos iniciales y operativos: Establecer y mantener una flota propia implica inversiones considerables en vehículos, mantenimiento, seguros y personal. Además, los costos operativos recurrentes, como salarios y combustible, pueden ser significativos.
Riesgo de obsolescencia: La rápida evolución tecnológica en el sector de transporte podría hacer que una flota propia se vuelva obsoleta más rápidamente. La empresa debe estar dispuesta a invertir en actualizaciones tecnológicas para mantenerse competitiva.
Tercerización del transporte de carga: eficiencia y enfoque al negocio
Ventajas:
Reducción de costos fijos: al tercerizar, las empresas pueden evitar los costos fijos asociados con una flota propia. El pago por uso o por envío puede resultar más rentable, especialmente en periodos de demanda variable.
Enfoque en el core business: externalizar el transporte de carga permite a la empresa centrarse en sus competencias principales. La gestión de la logística puede no ser la especialidad de todas las empresas, y acudir a un tercero permite un enfoque más agudo en su área de experiencia.
Acceso a experiencia y mejores prácticas: las empresas de transporte suelen tener una experiencia considerable en logística y pueden aportar mejores prácticas y eficiencias que podrían no ser evidentes para una empresa sin experiencia en el transporte.
Desventajas:
Pérdida de control: al tercerizar, la empresa cede parte del control operativo. Problemas como retrasos imprevistos o daños en la carga pueden ser más difíciles de gestionar directamente.
Dependencia de proveedores externos: la fiabilidad de los proveedores de servicios logísticos es crucial. Dependiendo demasiado de terceros puede exponer a la empresa a riesgos relacionados con la calidad del servicio y la capacidad de respuesta a las demandas cambiantes.
Aidé invita a los empresarios a responder las siguientes preguntas para que tomar la decisión de una flota propia o tercerizar el servicio sea más fácil de resolver.
¿Busco un servicio de entrega de calidad que me diferencie de la competencia?
¿Cuántas entregas diarias tengo? ¿Son suficientes para invertir en una flota propia?
¿Mis objetivos pueden cumplirse si contrato una flota tercerizada?
Comments